Sábanas frías en Barcelona
abandonan el compás de
mi despertar en soledad.
Por aquel boulevard te veo andar
y sólo tu sombra te perseguirá.
La tinta escribe sobre tu piel
aquello que temes ver.
Éstas sábanas aún no saben
al sinsabor de tu voz.
En penumbra me divisaste
y sólo restamos para no ser dos.
Vuelve aquel emblema
que sin saber lo que refleja
es llevado con orgullo
en el pecho de quien lo hereda.
Reacia espera que
sólo conoce tu poder
y se entrega a él.
Barcelona no te ve.
Tibio andar has dejado atrás.
Barcelona sigue en pie
porque tú eres su piel.
No consultes ni des plegarias
que eres lo que basta
para que el mundo gire al revés.
Por AGUSTINA FERRAGUTTI