PREOCUPANTE SITUACIÓN DE LOS CENTROS DE SALUD DE BARRACAS-YAPEYÚ Y DE GRANADEROS A CABALLO

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Tanto en cuanto a remuneración como a respaldo de la tarea, los equipos de ambos centros manifiestan no poder sostener la labor si no hay un respaldo mayor. La Dra. Florencia Ferrari, del Centro de Barrios Barracas y Yapeyú –que ya no atenderá por la tarde-, dio detalles en RADIO DEL SUR FM 90.5.

La situación que atraviesan los Centros de Salud de los Barrios Yapeyú-Barracas y Granaderos a Caballo, genera inquietud y preocupación, e incluso se teme por su continuidad.

Los motivos tienen que ver con la remuneración que los integrantes de los equipos de salud de ambos Centros reciben, pero también con el pedido de un respaldo mayor a la compleja tarea que realizan en cuanto a atención primaria de la salud de la población.

El Centro Barracas-Yapeyú ha dejado ya de atender por la tarde como hasta ahora, y ha renunciado su enfermera. En Granaderos a Caballo, si bien por ahora mantienen los horarios de atención, han renunciado dos enfermeros.

En diálogo con el Programa “Mañanas del Sur”, de FM 90.5, la Dra. Florencia Ferrari, médica del Centro de Salud de Barrios Yapeyú y Barracas, dio detalles.

“En primer lugar, quisiera comentar que un centro de salud primaria significa un  primer contacto que tiene la gente en temas relativos a la salud, sea por demanda espontánea de pacientes por situaciones puntuales, como atención a pacientes crónicos, embarazos, expedición de certificados para escuelas o para ANSES”, explica.

La profesional, que se desempeña como médica en el Centro Barracas-Yapeyú desde hace más de diez años, expresa que “en los últimos años venimos como equipo de salud atravesando situaciones complejas, que no sólo tienen que ver con la remuneración que recibimos, sino también con cuestiones de residencia general, que hacen que las condiciones en que desarrollamos la labor se hagan cada vez más difícil de sostener por nuestra parte”.

“El Centro ha tenido que reducir sus horarios de atención, hasta ahora estaba abierto de 07.00 a 18.00 horas, pero a partir de este momento el horario será de 07.00 a 13.00 horas, permaneciendo cerrado por la tarde. Esto se debe a que la enfermera del Cento, Jorgelina Pacilio, que además oficiaba de administrativa, tenía a su cargo la farmacia, y era una figura referencial para la gente del barrio, ha renunciado, en búsqueda de una mejor perspectiva laboral”, comenta.

La Doctora Ferrari dice que “en realidad, no sabemos de quién depende el Centro, sí que somos monotributistas que tributamos a la Municipalidad, que es quien nos paga, no somos empleados de planta, y desde ese lugar dependemos de la Dirección de Salud del Municipio. También la Municipalidad es quien nos provee de elementos en el lugar. De la Provincia se reciben medicamentos e insumos. Pero los pagos y todo lo demás, depende del Municipio””.

“Hemos tenido una reunión con el Intendente Guillermo Franchella, la Secretaria Carina Bernardis y el Director de Salud, Dr. Nicolás Taraborrelli, nosotros como también el equipo del Centro de Salud de Granaderos a Caballo. Se nos refirió una situación compleja, y nos pidieron paciencia, que están intentando mejorar la situación. También hemos mantenido una reunión con el Concejo Municipal, al que pusimos en conocimiento de este estado de situación”, comenta.

Con respecto al Centro de Salud de Barrio Granaderos a Caballo, la médica dice que si bien por ahora mantiene los horarios de atención, han renunciado dos enfermeros de ese lugar.

“No se trata sólo de una cuestión económica de nuestras retribuciones, lo que sí influye, es una sumatoria de cosas.  Se trata de que el equipo de salud nos esforzamos cada vez más en sostener el trabajo, que es de una enorme responsabilidad, y que además implica atender situaciones que no tienen que ver con la salud, ya que se atienden casos por ejemplo de abusos o de violencia intra familiar, que recaen en en el Centro, y sobre las que no tenemos manera de dar respuesta”, dice.

Expresa que “la situación viene desde la gestión anterior, pero en estos tres meses no hemos tenido ninguna mejora. Valoramos la buena voluntad, pero el estado a que ha llegado todo, nos moviliza a visibilizar la situación. Con el nuevo horario, de no atención por la tarde, se complica el espacio físico, o las visitas a domicilio de las asistentes sociales”.

“Como equipo de salud nos esforzamos, ponemos todo de nosotros cada día. Pero la situación nos supera a nosotros y a nuestro esfuerzo. También somos personas. Lo que ha pasado con la enfermera, nos comprende a todos. La mayor preocupación es que no lo podamos seguir sosteniendo, y que el esencial derecho a la atención de salud de la población se vea vulnerada. Quizá pueda mejorarse todo, o tal vez haya otras personas. Pero para nosotros se complica cada día más el trabajo que como equipo realizamos”, dice.

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