«CLAVE DE MÍ», por MARÍA ROSA INFANTE

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No aceptaba su destino de crisálida. Ella quería las alas sutiles de la maravilla. Esas que de tan frágiles pierden fino polvo iridiscente, con sólo rozarlas. Sabía que aún en un vuelo corto, efímero, podía encontrar las respuestas a todas las preguntas.

Empezó por aceptar su pequeñez y ese fue el inicio de la grandeza verdadera. Siguió por descubrir que le faltaba mucho por aprender y se iluminó su entendimiento. Continuó aceptando los “no” sin frustrarse, apostando simplemente por otro camino. Decidió quitarle esa urgente necesidad a sus sueños y extrañamente, ellos la buscaron.

Cuando todo eso y mucho más sucedió, entendió el secreto de las mariposas. Hizo un atadito con los viejos vicios e inmediatamente sintió el escozor de un par de alas translúcidas creciendo, empujando, impulsando. Latiendo.
Cuando el proceso se completó, supo que la transformación no solo era un hecho natural, sino obra de su voluntad.

Más temprano que tarde.

 

Por MARÍA ROSA INFANTE – Escritora