EDITORIAL

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Durante las vacaciones de invierno, la Municipalidad de Casilda, a través de la Secretaría de Cultura y Educación y de la Dirección del Teatro Municipal “Dante”, llevaron adelante una programación de espectáculos dirigidos a todo público, pero destinados específicamente a los más pequeños.

Dentro de esa oferta de variados productos artísticos, muchos de ellos ofrecían la posibilidad de poder asistir con entrada libre y gratuita, mientras que la mayoría del resto cobraba una entrada accesible. Es decir, que el obstáculo económico no fue tal.

La respuesta fue formidable. Si bien los cálculos difundidos por el Municipio pecan de algo exagerados –aún con veinte Dante repletos no podría alcanzarse la cifra de espectadores informada- , es verdad que muchísimos niños acompañados de sus padres asistieron a la programación diseñada.

Esto dio concreción a que muchos chicos pudieran divertirse, entretenerse y emocionarse con los números previstos, lo que de otro modo no hubiera sido posible. Y más aún: que muchas familias ingresaran por primera vez a  nuestro Teatro municipal.

Es un ejemplo del carácter de inclusiva que ha de tener la Cultura para ser considerada tal. Cuando es una Cultura que pone obstáculos a través de lo económico o de lo elitista, la Cultura pierde su esencia y su sentido, su contenido y su significado. Para ser considerada Cultura de verdad, ésta debe ser para todos. Sin que nadie deje de presenciar un espectáculo o asistir a un teatro porque el dinero no alcanza para eso.

Es una muestra del camino que ha de transitarse en este sentido, con una directa implicancia del estado, en este caso municipal, interviniendo para que sea posible lo que de suyo debe ser normal. Y no es normal, ni corresponde, ni es justo, que familias casildenses no conozcan el Teatro “Dante”, porque no pueden pagar una entrada o porque consideran por algún motivo -que habrá que desterrar- que no es un sitio para que visiten y asistan.

Lo originado en vacaciones de invierno debe ser una directriz ha de seguir de aquí en adelante.  Aguzando el ingenio y el esfuerzo, para poder ofrecer espectáculos gratuitos o al menos a bajo costo durante todo el año. Abriendo las puertas del “Dante” a toda la comunidad, porque es toda la comunidad sin excepciones dueña del mismo y ningún obstáculo ha de presentarse para que así sea considerado.

Una forma quizás sea, para que los gastos no sean absorbidos totalmente por el estado local, interesar a empresas privadas que oficien de sponsors de esos eventos.

El camino está marcado. Nos consta que desde la Secretaría de Cultura desean transitar en este mismo camino, aunque sabemos también que cierta dependencia a la Secretaría de Hacienda limita los proyectos. También somos conocedores que desde la Dirección del Teatro se pretende seguir en este sentido, ya desde una labor que deje indubitablemente claro que el “Dante” es de todos y para todos.

Felicitamos el esfuerzo y el logro. Celebramos la masiva respuesta del público. E instamos a seguir trabajando para una cultura popular y sin exclusiones.