EL PAPEL DE LA MENTE EN EL INSOMNIO, por JIMENA MESTRE

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«POTENCIAL – MENTE»

EL PAPEL DE LA MENTE EN EL IMSOMNIO

Hoy les voy a contar una película de terror, pero ¡no se asusten!, la trama es conocida y tiene solución…

Seguramente, algunas pocas o muchas veces, nos ha pasado arribar a la noche cansados, deseando que pronto llegue el momento de irnos a dormir y cuando estamos en la cama… ¡invasión de pensamientos! En otras ocasiones, en cambio, logramos conciliar el sueño pero nos desvelamos a mitad de la noche.

Entonces, ¿qué papel cumple nuestra mente? ¿Qué podemos hacer?

Si el insomnio es ocasional, es decir, se da esporádicamente, puede estar relacionado a un momento de la vida en el que tenemos cierta ansiedad normal ante algún evento puntual. Es común que suceda, por ejemplo, algunos días antes de rendir un examen, después de recibir una noticia muy agradable o esperando una respuesta sobre algo importante para nosotros.

Si durante un tiempo prolongado padecemos insomnio, es aconsejable acudir al médico (para descartar o confirmar causas orgánicas) y, a su vez, iniciar tratamiento psicológico  (o continuarlo, en caso de ya estar en ese proceso).

Contar con la guía de un profesional es fundamental para trabajar el tema de la ansiedad y sus síntomas que incluyen al insomnio, entre otros. Comprometernos con una terapia psicológica nos permitirá plantear los problemas que tenemos y nos ayudará a descubrir, redescubrir y/o crear recursos y capacidades para afrontar lo que vivenciamos de la manera más saludable posible.

Sé que la cuarentena ha acentuado algunos trastornos del sueño. Por ello, a continuación, les ofrezco algunas recomendaciones que pueden ayudarnos a reducir el insomnio. Estas sugerencias NO reemplazan la consulta médica ni la terapia psicológica; más bien, las complementan.

✅ Evitar pantallas al menos una hora antes de dormir, ya que éstas irradian luz, la cual hace que el cerebro crea que es de día y se active para la acción, en detrimento del descanso.
✅ Ir a la cama todos los días a la misma hora para ir habituando al cuerpo.
✅ Evitar alcohol y cigarrillo previos al descanso (son sustancias estimulantes).
✅ Realizar actividades que nos relajen: leer un libro, jugar con nuestra mascota, hablar con un ser querido, escuchar música tranquila, tomar una infusión caliente, etc.
✅ Enfocar la mente en lo positivo: un buen ejercicio es escribir o pensar cinco cosas que agradecemos del día que pasó. Esto ayudará a alejar los pensamientos negativos.
✅ Meditar: requiere de práctica y paciencia. Una buena opción para empezar es buscar en Youtube visualizaciones o relajaciones guiadas.
✅ Tener un cuadernito a mano: cuando invadan pensamientos, escribirlos: nos permitirá sacarlos de la mente temporalmente, sabiendo que quedan registrados, que no nos olvidaremos de los pendientes y que durante el día veremos qué hacer con ellos. Es fundamental abordar en terapia estas preocupaciones.

✅ Observar la respiración, intentando que sea lo más lenta y profunda posible. Mientras lo hacemos, podemos concentrarnos en una palabra que nos de calma.
✅ Decirnos a nosotros mismos: «Ahora es momento de dormir y sería bueno aprovecharlo. Hoy he hecho lo mejor que pude. Mañana, habiendo descansado, me ocuparé de manera óptima de todo lo que sea necesario».  Esto es volver al presente, al aquí y al ahora, que en definitiva es lo único que existe (el pasado y el futuro sólo están en nuestras mentes).

 

Por JIMENA MESTRE, Licenciada en Psicología, Mat. 8309

 

 

 

 

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