En el último tiempo el feminismo ha irrumpido de manera inusitada en los medios masivos de comunicación, de manera subrepticia conductores y panelistas de programas variopintos se preguntan; ¿quiénes son estxs?…
Sin olvidar que la mayoría de los canales de televisión forman parte de empresas multimedios cuyo único objetivo es el rating traducido en lucro, resulta muy gratificante escuchar voces de lo más interesantes y cuasi desconocidas en el ambiente mediático hablando de la necesidad de despenalizar el aborto, aclarando las nociones de patriarcado, androcentrismo y explicando la carga simbólica de la expresión “muerte al macho”.
Esta efervescencia fue el eco amplio, diverso e histórico que se hizo sentir cuando el cantante Cacho Castaña, “el matador” (el apodo no es inocente), recomendaba a modo de metáfora que “ante una violación era conveniente relajarse y gozar”. El repudio fue paralelo a sus dichos y de esta forma se empezó hablar de feminismo en la televisión argentina.
Pero, ¿Qué es el feminismo?…En la historicidad del feminismo existe una multiplicidad de enfoques témporo-espaciales, no obstante, es posible definirlo como un movimiento social/teórico/político/histórico/filosófico, cuyo principal sujeto de acción han sido (son) las mujeres, una mayoría en la humanidad entendida como minoría discriminada.
Como movimiento social, el feminismo, se inicia con la Ilustración (en el siglo XVIII) y llega a nuestros días. Un análisis más riguroso debería tener en cuenta que quizá sea más correcto hablar de feminismos, en plural, atendiendo a lo diverso del movimiento. A pesar de esta situación, es necesario focalizarnos en algunas generalidades que expliquen su potencia creadora en la lucha por los sentidos sociales.
El feminismo es un movimiento de acción que toma el espacio público como escenario de disputa; produce teoría interpelando el lenguaje, las epistemologías, la producción del conocimiento científico; el feminismo es político porque cuestiona el poder, lo deconstruye en tanto relaciones interpersonales de opresión; el feminismo es filosófico porque desnaturaliza núcleos duros del pensamiento que aparecen como “natural”.
No obstante, el feminismo ha sido (es) demonizado como estrategia androcéntrica para conservar un “orden” injusto y desigual. Decirse feminista, para algunos/as es casi una “ofensa”; una reconocida actriz argentina afirmó que “no era feminista porque tenía un hijo y un marido hermoso” y una vedette dijo que ella “era normal, no feminista”. La intención aquí no es atacar a estas personas, sino más bien reflexionar sobre la matriz cultural que transforma en “patológico” y “aterrador” al feminismo con la intensión de opacar e invisibilizar sus luchas y contribuciones a la humanidad.
El feminismo es ante todo pensamiento crítico y acción revolucionaria para hacer del mundo un lugar más vivible…si te indignan los femicidios, si caíste en la cuenta de la doble o triple jornada laboral de las mujeres; si te sentiste acosadx, discriminadx por cuestiones de índole sexual/económica/política; si podés comprender que somos cuerpos moldeados por el discurso que nos atraviesa y como tal podemos cambiar aquello que se instituye sobre nosotrxs…aunque no lo sepas, eres feminista.
Por SANDRA MICHELÓN.