PALABRAS DEL ESPAÑOL INCORPORADAS AL DICCIONARIO

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La vigésimo tercera edición del Diccionario de la Real Academia Española ha generado polémica ya que incluye préstamos provenientes de otras lenguas, especialmente americanismos; la misma registra 93.111 artículos (6.000 más que en 2001 -año en que se publicó la última- y 1.350 vocablos suprimidos). La versión online fue actualizada en 2004 y en 2012, por lo que los términos nuevos no se hallarán en esta página. Se realizaron 145.000 correcciones y, dentro de las nuevas entradas que pretenden modernizarlo, se incluyeron términos y acepciones relacionadas con la tecnología. En 2014 se aceptaron 25 nuevas palabras: affaire (1.negocio, asunto o caso ilegal o escandaloso y 2. relación amorosa o sexual que no implica compromiso), amigovio (persona que mantiene con otra una relación de menor compromiso formal que un noviazgo), backstage (espacios y aspectos del show que no ven los espectadores), blogueros (persona que crea o gestiona un blog), chats, coach (entrenador), conflictuar, espanglish, establishment (conjunto de personas, instituciones y entidades influyentes en la sociedad o en un campo determinado, que procuran mantener y controlar el orden establecido), feminicidio, friki (extraño, extravagante, estrafalario), hacker (persona con grandes conocimientos de informática que se dedica a acceder ilegalmente a sistemas informáticos ajenos y a manipularlos), hipervínculo, identikit, impasse, kínder, lonchera, matrimonio homosexual, monoparental, multiculturalidad, papichulo (hombre que, por su atractivo físico, es objeto de deseo), récord, sunami, tuitear y wifi. Posteriormente, ingresaron: tableta, gigabyte, hipervínculo, dron, Intranet, taquito, mileurista, teletrabajo, combi, DNI, identiquit, despelote, bótox, feminicidio, precuela (obra literaria o cinematográfica que cuenta hechos que preceden a los de otra obra ya existente), basurita (partícula de suciedad, especialmente la que se introduce en el ojo), multiculturalidad, kínder, motoneta, bíper (aparato electrónico que registra llamadas y mensajes, popular en los años 80; hoy obsoleto), baipás (bypass), yin (jean), bluyín (blue jean), espray, esmog, jipismo (de hippie), orsay (offside), lonchera (recipiente pequeño, de plástico u otro material, que sirve para llevar comida ligera, especialmente los niños cuando van a la escuela), pantallazo (captura del contenido que se visualiza en la pantalla de una computadora), patalear (manifestar protesta o queja, especialmente cuando es inútil) y tunear (adaptar algo, especialmente un vehículo, a los gustos o intereses personales).

Algunas apariciones manifiestan el deseo de adaptarse al léxico académico contemporáneo; otras se corresponden con disciplinas científicas interconectadas a nivel mundial que necesitan disponer de términos comunes (traducir una palabra puede desencadenar graves errores de concepto por lo que la comunidad científica hispanohablante optó por utilizar los términos originales); y las provenientes de las redes sociales, que tienen la pretensión de acercar la realidad contemporánea a la forma correcta y más formal de la lengua. El tiempo dirá si se trata de aciertos lingüísticos que perdurarán pasando a formar parte de la normativa de nuestra lengua o si son modas pasajeras que se desvanecerán con el tiempo.

 

Por MARCELA RUIZ.