Abrí la vieja biblioteca
el color sepia tranquilizó
mi mirada, recuerdos,
pedazos de la vida,
acaricié cerré los ojos.
Tomé un libro.
Sabía que allí guardaba
mi primer beso,
un idilio tierno.
Poétalos de rosas deshojados
una tarde de invierno
con tenue llovizna
corazón palpitante,
todo se transforma en poema.
Se juntan cuerpo y alma,
aroma delicioso, sueños.
Guardé el libro.
Mi memoria atesora
el amor que aún perdura.
TEXTO: MARTA CASAS