AMOR
Amor…
que te arrebata el alma,
que atraviesa las barreras,
e irrumpe hasta en los sueños.
Amor..
esquivo y misterioso,
codiciado y perseguido..
Aquel que muchos poetas
desean atrapar en sus poesías..
El que las teclas de los pianos lloran
y las partituras rezan.
Ese Amor, yo lo anido aquí en mi pecho,
latiéndome la vida, vibrándome en el cuerpo.
Siendo el centro de mi existencia,
la llave de mi diario de ruta
y el acertijo nunca resuelto,
que desequilibra mi mente.
El ápice de lo inexplicable
y la claridad de tu palabra.
La llama en la que ardemos
y la calma llovizna, que extingue nuestro fuego.
Ese amor que se convierte en marea,
arrasando los desordenados latidos,
cuando nos devoramos la piel,
destejiendo nuestro hambre,
para luego volverse manso oleaje
que hamaca los deseos…
La locura salvaje y la paz incesante,
con la que susurran tus dedos en mis labios.
El universo que me contiene
y el cielo incólume,
en el que el viento impulsa a estas alas,
que ansían volar y te sobrevuelan,
aletargando tus miedos y los míos,
procurándonos sensaciones,
que nos mantengan extasiados,
en el silencio del beso
y en el calor de nuestras manos
entrelazando el destino.
Que cada gota de este AMOR
nos abstraiga de lo estéril
y nos eleve a la eternidad
de mirarnos a los ojos
y saber que estamos
viviéndonos, sintiéndonos,
siendo ramas del mismo árbol,
prevaleciendo en el tiempo.
Por AMPARO LECCESE – Escritora