Este tipo de comunicación se ha empezado a estudiar hace algunas décadas. El investigador Albert Mehrabian descompuso en porcentajes el impacto de un mensaje: 7% verbal, 38% vocal (tono, matices y otras características) y un 55%, señales y gestos. El componente verbal se utiliza para comunicar información y el no verbal para comunicar estados y actitudes personales. Mehrabian, afirma que en una conversación cara a cara el componente verbal es un 35% y más del 65% es comunicación no verbal.
Algunos gestos básicos son universales (mover la cabeza, fruncir el ceño, encogerse de hombros, por ejemplo), pero hay otros que son heredados del reino animal (mostrar los dientes, entre otros).
Los gestos no deben ser interpretados de manera aislada. Algunos pueden ser fingidos; sin embargo, las cejas, la risa, la pupila de los ojos no pueden hacerlo. Por regla general, cuando se miente o se fuerza una situación, el cuerpo delata. De ahí que las situaciones personales se resuelven mejor cara a cara que por otros medios en los que se puede esconder el cuerpo y perder una parte importante del mensaje.
La mayor parte de los gestos y de los movimientos que se hacen habitualmente, están condicionados por el entorno en el que las personas se han criado; los matices culturales y el entorno familiar influyen en el lenguaje corporal.
Hay gestos que se utilizan de forma universal para significar lo mismo, sin embargo, hay excepciones: OK, en algunas culturas, significa acordar con algo o expresar que todo está correcto, pero en algunos países o hace referencia a la homosexualidad por similitud del círculo formado con los dedos o se utiliza para indicar algo nulo, inválido, cero o nada de nada. El símbolo de la de la victoria o del triunfo, que se representa con el signo V, no significa lo mismo si se hace con la palma de la mano hacia fuera (victoria), que con la palma de la mano hacia adentro (insulto obsceno); en el continente africano, la V significa que se quieren pedir dos unidades de algo. El gesto del dedo pulgar hacia arriba o hacia abajo (acuerdo o desacuerdo) en algunos países se utiliza para insultar (Grecia), en otros solamente significa el número uno (USA, Nueva Zelanda, Australia, por ejemplo).
Los gestos obscenos también forman parte del lenguaje no verbal. Cuando se trata de ofender, los gestos obscenos y de corte sexual son los que más irritan y molestan.
Todas las personas, según estudios recientes y según Allan Pease, tienen su territorio bien delimitado. Este tema es de gran importancia a la hora de entablar una conversación con otra persona. Hay muchas personas a quienes no les agrada que otros invadan su territorio o zona personal. Este tipo de situaciones son muy variables en función del entorno (rural o urbano) y en función de la situación. Los que han crecido en zonas poco pobladas tienen distancias más amplias en sus zonas que las personas que han nacido en núcleos urbanos.
Las manos juegan un papel importante a la hora de gesticular: palmas hacia arriba y abiertas, indican sinceridad y honestidad; palmas hacia abajo y abiertas, significan posición dominante y, a veces, poca honestidad (cuando se quiere mentir); y cuando se cierra la mano y se apunta con un dedo, se indica una posición dominante y/o agresiva.
Algo similar ocurre con el apretón de manos: cuando las manos están verticales, significa igualdad; si la mano está por encima, significa dominio y control; y si está abajo, sumisión y recato. Si se hace con fuerza significa seguridad y si se hace muy suave significa miedo, temor y/o desconfianza.
El apretón de manos a gente conocida demuestra confianza; a gente desconocida provoca el efecto contrario; dar la mano y tomar la muñeca o el codo, sólo se debe hacer con personas conocidas o del entorno cercano; dar la mano y tomar el brazo o el hombro, sólo debería hacerse en casos de gran amistad o relaciones muy personales, porque se invade la zona íntima del otro. Estos gestos se interpretan como símbolos de honestidad y sinceridad en personas cercanas y producen el efecto contrario en personas desconocidas o recién presentadas.
Según algunos estudios, existe una relación entre la altura de las manos entrelazadas y la actitud negativa. A mayor altura, mayor negatividad. Frotarse las manos tiene un significado positivo, plantea expectativa positiva y buen entendimiento. Juntar las yemas de los dedos de ambas manos significa un alto grado de confianza y seguridad en uno mismo. Hacia arriba, se usa cuando se opina sobre algo; hacia abajo, cuando se está escuchando. Cuando se cruzan y se sujetan las manos por detrás de la espalda se expresa un alto grado de seguridad consigo mismo y posición dominante. En cambio, si lo que tomamos por la parte trasera son las muñecas, es signo de intranquilidad e inseguridad. Dicen que los pulgares representan la fuerza del carácter, por eso son utilizados para destacar ciertos gestos. Meterse las manos en los bolsillos dejando los pulgares fuera es signo de poderío, de dominación y de seguridad. Lo mismo, pero más disimulado, si se introducen en los bolsillos traseros. Cruzar los brazos dejando los pulgares fuera, es signo de actitud dominante.
Cuando la mano tapa la boca es una señal que indica mentira. Tocarse la nariz de múltiples formas es indicativo de que se está diciendo algo falso. También, frotarse los ojos. Otros gestos que denotan lo mismo: rascarse el cuello, tirarse del cuello de la camisa, apretar los dientes y reírse con la boca muy cerrada y los dientes apretados. A los gestos hay que evaluarlos en contexto, nunca de manera aislada.
Si se muerden las uñas, se chasquean los dedos, o se tamborilea con ellos sobre la mesa, se está dando muestra de inseguridad y de nerviosismo. Si se apoya el mentón sobre la mano significa falta de interés o aburrimiento. Pero si se apoya la mano con un dedo sobre la sien denota interés; lo mismo sucede si se ubican uno o dos dedos sobre la mejilla. Acariciarse el mentón o apoyar el pulgar e índice en él, denota pensamiento, actitud reflexiva, evaluación de la situación o toma de decisiones. Frotarse la cabeza o darse palmadas en ella denota enojo y enfado (en ocasiones puede significar olvido).
Cruzar los brazos es signo de actitud defensiva; si se hace con los puños cerrados significa, además, actitud hostil; si se cruzan dejando los pulgares fuera, se quiere demostrar superioridad; si sólo se toma un brazo es signo de estar pendientes o expectantes. Una forma de generar una barrera con el interlocutor es sujetar un objeto contra el pecho.
El cruce de piernas, al igual que los brazos, denota actitud defensiva o desconfianza; si los brazos, además, sujetan la pierna, significa una actitud cerrada y de terquedad; el cruce de piernas estando de pie denota actitud defensiva, pero si se mantienen ligeramente abiertas denota cordialidad, negociación y apertura.; si se cruzan los tobillos, actitud intermedia entre defensiva (cruzar las piernas) y confiada (separar las piernas). Lo mismo puede significar colocar el pie en una varilla de la silla o en un lugar elevado (actitud intermedia).
Los ojos muy abiertos expresan sorpresa y admiración; más cerrados o forzadamente cerrados denotan desconfianza, seriedad y desaprobación. Las personas que miran a los ojos inspiran confianza y sinceridad; mirar de reojo demuestra complicidad o duda, en espera de analizar otro gesto o actitud.
Con respecto a las personas que fuman: echar el humo hacia arriba demuestra seguridad y actitud positiva; cuando se echa al frente denota una actitud de entendimiento; cuando se echa hacia abajo denota actitud negativa o de rechazo; si se golpea muchas veces el cigarrillo contra el cenicero, es signo de inseguridad y de falta de confianza; si se enciende un cigarrillo y se apaga en seguida significa deseo de terminar la conversación. Los fumadores de pipa, según estudios, son más cautelosos y reposados que los fumadores de cigarrillos, a la hora de la toma de decisiones.
En algunas reuniones se imitan gestos de forma involuntaria. Esto significa que se piensa de la misma manera que la persona a la que se está escuchando; y es una forma de ganar la confianza del interlocutor. No se deben imitar voluntariamente los gestos del otro ya que esto indicaría que se lo está burlando.
Los gestos son tan variados como las personas y las situaciones en las que se encuentren.
Por MARCELA RUIZ