Desde el 27 y hasta el 30 de marzo de este año se llevó a cabo la octava edición del CILE en la ciudad de Córdoba. Allí estuvieron presentes los más destacados especialistas sobre el idioma español: académicos, investigadores, científicos, periodistas y escritores. Se presentó una edición especial de la novela “Rayuela” del argentino Julio Cortázar, el “Diccionario de la Lengua Argentina” (edición ampliada y corregida del “Diccionario del Habla de los argentinos” que vio la luz en 2008) y, próximo a la venta, el “Diccionario de Lingüística”. El año pasado salió al mercado un libro de estilo del español y se encuentra en presentación digital el “Diccionario Panhispánico Jurídico”. Además, se proyectan el “Diccionario Fraseológico Panhispánico”, el “Diccionario escolar” y un libro sobre “La lengua de la inteligencia artificial”.
Muchos han sido los temas abordados en este importante congreso: el español y la sociedad digital, la proyección universal del español, interculturalidad, los retos del español en la educación del siglo XXI, el valor del español como lengua de culturas (literatura, oralidad, folclore), maestros analógicos y alumnos digitales, la lengua como vehículo de comunicación entre autor y lector, las Academias de la lengua en este siglo, el futuro iberoamericano del español, la didáctica de la lengua y la literatura en la escuela media argentina, las variedades y el mestizaje lingüístico y cultural del español, el español en la traducción, los nuevos horizontes del español en África y Asia, la competitividad del español como lengua para la innovación y el emprendimiento, poesía y diversidad cultural, cambio tecnológico, el futuro de la enseñanza del español en el mundo, tecnología y emprendimiento en los países hispanohablantes, el poder de las palabras y las imágenes en la era digital, las lenguas autóctonas de América, las industrias de la lengua, el español en EE. UU., poesía de las lenguas originarias, el español en los nuevos formatos audiovisuales, la comunicación del pensamiento científico en español, recursos y productos lingüísticos, los desafíos de los derechos de autor en el siglo XXI (piratería), la claridad del lenguaje jurídico, la modalidad de enseñanza virtual, la inteligencia artificial y el periodismo digital.
La lengua española es usada por más de 500 millones de personas en el mundo, pero debe recuperar espacio en la ciencia y en la tecnología. Todos acechados por la misma suerte: boocktuber que usurparon el rol del crítico literario, textos electrónicos que cambiaron nuestra forma de leer, la Generación Y que escribe con el lenguaje universal y económico de los emoticonos, la imprescindibilidad del conocimiento de la gramática, la necesidad de internacionalizar el español (Red CANOA, primera palabra de los pueblos originarios adoptada por los españoles), el empobrecimiento del idioma, la educación de calidad que incluye el uso de competencias lingüísticas sólidas, la necesidad de formar ciudadanos críticos que sepan argumentar y los cambios vertiginosos que se vienen en los próximos años. Hoy hay más personas en el mundo que emplean tecnología inteligente que con servicios sanitarios básicos. Los avances científicos deben llegar a toda la gente (las publicaciones científicas están escritas en un 93% en inglés y de ese porcentaje, la mitad de los investigadores no tiene al inglés como lengua materna); el lenguaje jurídico es opaco, por eso la gente no entiende la ley; y hay 20 millones de estudiantes de español en el mundo, a estudiar a Argentina vienen 15 mil estudiantes.
Claudia Piñeiro cantó en lengua qom “Cinco siglos igual” de Leon Gieco; Mempo Giardinelli pidió cambiar el nombre del español por “castellano de América”, dijo que debemos volver al hábito de conversar y que estamos volviendo a tener aulas con analfabetos como consecuencia de tener una Educación Pública en estado de abandono; Alejandro Dolina habló de la “soledad existencial en la que nos encontramos los seres humanos” y que la lengua es la única que nos puede salvar; Mario Vargas Llosa dijo que “el lenguaje inclusivo es una aberración y que no resolverá el tema de la discriminación”; Luisa Valenzuela llamó a la RAE “académica parsimonia” porque los cambios son absorbidos con mucha lentitud mientras que “la lengua cabalga a destajo”; Santiago Kovadloff dijo que el miedo contemporáneo es el miedo a la paz que hoy está alimentado por fanatismos; y el presidente ejecutivo de Telefónica (José María Álvarez Pallete) sostuvo que en los próximos cinco o siete años habrá más máquinas (780 millones) hablando español que humanos (741 millones) y que la revolución tecnológica que estamos atravesando “es cuatro veces más grande que la Revolución Industrial. Mientras la imprenta tardó 200 años en democratizar la cultura, hoy todo se viraliza al instante y esto impacta en la lengua. Un celular tiene 360 mil veces más capacidad de computación que toda la NASA cuando mandó un hombre a la Luna, en 1969. Dentro de cuatro o cinco años, los celulares vendrán con realidad virtual. Ya hay reconocimiento de voz, reconocimiento facial y nos estamos acostumbrando a hablarles a las máquinas y a que nos respondan. Se enseñan unas a otras sin interacción humana”; Juan Villoro expresó –hablando del lenguaje inclusivo– que no se trata de cambiar palabras, sino de cambiar la forma de pensar; y la escritora cordobesa María Teresa Andruetto sentencio que «En territorio argentino hay más de 19 lenguas (aymara, huarpe, wichí, mapuzungun, qom, quechua, pigalá, guaraní, entre otras) que lograron sobrevivir –no sin resistencia, no sin persistencia- desde que el rey Carlos II prohibió por decreto el uso de las lenguas nativas, lo que nos demuestra una vez más que leer y escribir son instrumentos de poder».
Después de haber hecho un recorrido por lo abordado en el CILE 2019 queda claro que el español es la segunda lengua materna más hablada, después del chino-mandarín, que se dio lugar a diferentes posturas ideológicas, que nuestra lengua tiene que ver con nuestra identidad y que aún quedan muchas cosas por hacerse.
El próximo Congreso Internacional de la Lengua Española será en Arequipa, Perú, en 2022. Mientras tanto, podemos ocupar el tiempo en otras cosas, por ejemplo, ver el video de dos minutos en youtube “Una estrella para Cervantes”, que por primera vez le hace justicia a la lengua española, dándole nombre a apenas cinco estrellas en una constelación de más de 1.600 millones de ellas.
Por MARCELA RUIZ