Sufrir recordando, ¿es la única opción? Hay procedimientos que son eficaces para ayudar a que el paciente olvide, que desactive la carga emocional de un recuerdo. En este sentido, ¿qué significa olvidar? Al quitarle la carga emocional a un recuerdo traumático, éste pierde su montante sufriente, ya no aguijonea, pasa a ser un recuerdo que no pesa ansiógena y dolorosamente. Para eso ocurra hay que instalar recursos que contribuyan a superar el problema que perturba y hace sufrir en el día a día. Una paciente me envió un mail en el cual decía: “Realmente aprecio que me haya brindado atención y ayuda. Ese problema era para mí un problema con mayúscula, estaba en mi cabeza todos los días, me acompañaba a cada momento, no tenía respiro ni paz, no sabía cómo hacer para salir de ese estado. Ahora se ha convertido en un asunto de menor importancia hasta llegar sentir que no me puede, lo recuerdo, pero no me altera. Es increíble lo rápido que puede aprender nuestro cerebro con la ayuda y la orientación adecuada”. Esta persona se sentía muy vulnerable e insegura, tenía problemas de incomunicación y dudas que provenían de una situación anterior de pareja que la había conducido a una ruptura, situación que le había producido un intenso sentimiento de dudas, pérdida y vulnerabilidad. El miedo a que se repitiera esa situación, que para ella era traumática, la hacía pensar en la posibilidad de perder nuevamente su pareja; esas ideas persistentes estaban interfiriendo, provocando conflictos en el vínculo haciéndole temer otra nueva ruptura. ¿Cómo se abordó el problema? Teniendo en cuenta que la consultante había sufrido un trauma, se trabajó con el método de Integración Cerebral que es activado con Anteojos Hemisféricos y Focusing. ¿Cómo funcionan? Se los usa para activar por separado los hemisferios cerebrales. A medida que el paciente observa, siente y analiza varias veces en forma secuencial y alternadamente la experiencia que lo perturba en uno u otro hemisferio, se va produciendo suave y paulatinamente una desensibilización, la carga emocional comienza a aliviarse y el paciente puede razonar la situación de modo más claro y con un criterio nuevo; se va produciendo una reestructuración cognitiva de esas ideas perturbadoras que interfieren en una mejor calidad de vida diaria. Con el procedimiento se puede abordar y resolver la incredulidad, el post shock emocional que produce un hecho traumático, sea por ruptura de vínculos de pareja, duelos, accidentes, maltratos, abusos y otros hechos que han dejado secuelas dañinas cuya persistencia impide vivir una vida en condiciones más llevaderas y con un nivel de angustia existencial tolerable. ¿Qué efectos positivos produce?, integra la información diferente y contradictoria que está almacenada en la memoria de cada hemisferio cerebral que es la fuente causal del sufrimiento emocional. Integrar es la clave que permite desanudar el problema que motiva la consulta. Estos procedimientos son el resultado de investigaciones llevadas a cabo en el área de la psiconeurología basadas en los trabajos que le valieron el Premio Nobel a los doctores Roger Sperry y David Hubel. Es una técnica que no produce la activación de crisis emocionales en el transcurso del tratamiento. Estas crisis que suelen repetirse generando temor, preocupación y desconcierto, también provocan angustia a los familiares de las personas afectadas. A estas crisis se las llama abreacciones. Con los procedimientos mencionados no se hacen presentes; es más, se ha comprobado clínicamente que las abreacciones hacen sufrir innecesariamente, no contribuyen a la evolución positiva y superadora de los traumas. Con los Anteojos Hemisféricos se pueden tratar sobre una base segura tanto problemas emocionales como los malestares físicos que los acompañan. Nuestro cerebro es como una casa familiar construida con pensamientos, sentimientos y emociones; pero suele haber ideas y compulsiones que nos atascan y nos paralizan produciendo angustia y tensiones corporales innecesarias. En nuestra casa uno se siente seguro, pero en la medida que da miedo aventurarse fuera de ella se convierte en una prisión. No estamos condenados a vivir por siempre siendo rehenes de la paralización, la incertidumbre, el pesimismo y el miedo. Hay procedimientos terapéuticos eficaces para recuperar lo mejor de nosotros; entonces el padecer diario queda atrás. Tenemos almacenado en nuestra memoria reservas de vida que ni en sueños imaginamos. Hay algo dentro de vos que sabe que es lo mejor para ti. Tenés dentro de tu casa una montaña de oro puro, ¿la ves?, ¿la disfrutás?. Animate, atrevete a cruzar la línea que te separa de una vida real de bienestar.
Por RAÚL LEANI
