SEÑOR CAJERO

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Los tiempos modernos han traído, entre otros adelantos, la posibilidad que brindan máquinas y artefactos tendientes a, en principio, hacer la vida cotidiana más fácil o por lo menos no tan pesada a los ciudadanos, en lo que a diferentes trámites se refiere.

En este aspecto, los llamados “cajeros automáticos” llegaron para brindar la posibilidad de realizar diferentes transacciones bancarias sin necesidad de realizar trámites dentro de los horarios de atención, evitando las esperas, y pudiendo realizarlos en el horario que mejor resulte, ahorrando así tiempo y contratiempos.

El sistema es por todos conocido: dentro de un anexo especialmente habilitado, las simpáticas maquinitas esperan que el usuario introduzca la tarjeta pertinente, y luego de unos breves pasos alfanuméricos, sencillos de realizar luego de la tarea indispensable de aprenderlos, poder así concretar depósitos, transferencias y extracciones de dinero.

Muchas veces, el hecho dicho dista del dicho un largo trecho… Porque si bien en teoría la cuestión pasa por lo apuntado más arriba, en la práctica no todo es tan simple ni sencillo, y los cajeros, esos que llegaron para hacerlo todo más fácil, se transformaron en el último tiempo en blanco lógico del comprensible enojo de los clientes, por diferentes motivos que hacen a su dinámica y funcionamiento. Cabe una obvia aclaración: los artefactos no tienen demasiada culpa de los trastornos que indirectamente ocasionan, sino que hay que ver quién o quiénes están detrás del funcionamiento de los mismos para ser justos con el deslinde de las responsabilidades.

Entre las operaciones que pueden realizarse a través de los cajeros automáticos del Banco Nación, por ejemplo, podemos citar: Transferencias, Extracciones en efectivo; Consultas/Solicitudes, Gestión de Claves y Pagos de Impuestos y Servicios, entre otras. Esto es similar en cajeros de otras entidades bancarias.

Agregando que los jubilados y pensionados cobran sus haberes de este modo, como así también muchos empleados públicos y beneficiarios de Planes Sociales. En el cajero del Banco Santa Fe, cobran sus haberes empleados públicos y jubilados provinciales, sólo por citar algunos casos de usuarios.

La cuestión pasa por la realidad cotidiana. Lo que podemos observar en primer término solamente pasando por frente a entidades bancarias que ofrecen el servicio son largas filas de personas, de todas las edades, algunos de ellos muy mayores, mujeres, muchas de ellas con niños, esperando a la intemperie el turno de ingresar, y en reiteradas oportunidades soportando las inclemencias del tiempo, ya que la escena se repite debajo del abrasador sol de verano, con la consiguiente temperatura, como en épocas invernales, soportando frío, lluvias o lloviznas.

El mismo panorama se repite en la mayoría de las entidades bancarias de Casilda, y principalmente en los dos Bancos más utilizados: el BANCO DE LA NACIÓN ARGENTINA y el NUEVO BANCO DE SANTA FE.

Algunas entidades ofrecen la posibilidad de ingresar al edificio central, tal como ocurrió en Banco Nación en ocasión de las lluvias de mitad de la semana anterior. Hasta tanto eso no ocurre, la fila se hace en la vereda. Es uno de los temas a corregir, considerando que debiera concretarse la posibilidad que sea en todo momento que la espera pueda ser bajo techo, con condiciones diferentes a las que el cielo abierto despliega.

Volviendo a la espera, la misma se hace larga, tanto como las filas de público que aguardan en la vereda, ya que no siempre todos los cajeros funcionan. De los dos del Banco Nación, generalmente funciona sólo uno. De los tres del Banco Santa Fe, generalmente hay uno que no está funcionando. Con la consabida y lógica consecuencia que los tiempos se demoran, la espera se hace tediosa, y las colas de personas interminables.

Otro de los temas que origina el enojo de los usuarios, es una situación que se ha hecho normal, especialmente los viernes, y ni hablar de sábados y domingos: los cajeros no tienen dinero en disponibilidad.

El tema de los cajeros ha tomado una dimensión tal, que las quejas de los usuarios han resonado últimamente en redes sociales y medios de comunicación.

El mismo Concejo Municipal de Casilda, a través de una iniciativa del Concejal Pedro Sanitá, acompañada por sus pares, tuvo su intervención en el problema, a través de la Declaración N° 213 del año pasado, que la Municipalidad ha sancionó, y que en su artículo Primero dice: “El Concejo Municipal de la Ciudad de Casilda solicita a los Sres. Gerentes de los siguientes Bancos de nuestra ciudad: Banco de Santa Fe, Banco de la Nación Argentina, Banco de Galicia y Buenos Aires S.A., Banco CREDICOOP COOPERATIVO Ltdo., Banco Bisel S.A., arbitren los medios para que durante los fines de semana, los Cajeros Automáticos se encuentren provistos de dinero, comúnmente llamado “sencillo”, para que la gente pueda retirar sumas pequeñas, sin condicionar la extracción mínima”.

En su momento, desde la Gerencia del Banco Nación, se prometió la colocación de un tercer cajero, lo que nunca se concretó. En la semana anterior, de los dos cajeros del mencionado Banco sólo funcionaba uno, con un adicional: el que quedó fuera de servicio es el que posibilita hacer depósitos. Es sabido que por distintos mecanismos muchos pagos se realizan a través de los sistemas de internet (home banking, débito automático, etc.), lo que obviamente trae la indispensable necesidad de tener depositados en las cajas de ahorro o cuentas corrientes las sumas para poder abonar. No fue posible hacerlo a través del cajero. Sumado a esto, al funcionar sólo uno, además de las largas y demoradas filas de usuarios, éste se quedaba sin dinero a menos de mitad de la jornada.

El Concejo volvió a ocuparse del tema, nuevamente a través del Concejal Sanitá, y en la sesión del pasado jueves 21. Se mocionó enviar una nota al Gerente del Banco Nación Casa Central, solicitando se solucione a la brevedad la situación que se suscita en la Sucursal Casilda, ante el funcionamiento de un solo cajero automático, “situación que provoca inconvenientes en los vecinos de la Ciudad, tanto como en los mismos empleados de la entidad bancaria, que se ven imposibilitados de brindar una solución inmediata a esta problemática”. Sanitá explicó que la nota debe ser remitida con urgencia desde el Concejo, y que de acuerdo a una charla mantenida con el Gerente de la Sucursal local, se propuso que el mismo Intendente Municipal acompañe con su firma. Todo lo anterior consta en el parte de la sesión del Concejo Municipal de Casilda de la fecha señalada.

Cabe consignar que la situación de la operatoria bancaria en nuestra Ciudad no sólo contempla el tema cajeros automáticos. También en los trámites realizados ante personal humano las esperas suelen ser atemporales. Con esto tiene que ver, indudablemente, que a esta altura sería ya indispensable la apertura de nuevas sucursales en distintos barrios de la Ciudad. De todos modos, esto excede  a este artículo, que pretende referirse puntualmente al tema cajeros mecánicos.

Es de esperar los inconvenientes puedan resolverse, y que quienes deban tomar medidas para ello actúen en consecuencia. Conseguir un mango por estos tiempos es demasiado dificultoso, como para tener que agregarle los obstáculos que los misteriosos robots contenedores de dinero le deparan a la gente que a ellos recurre…