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miércoles, noviembre 6, 2024
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BARRILETES EN TU CIELO, CASILDA

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Organizada por el  Rotaract Club, en la tarde de este domingo se llevará a cabo la ya tradicional barrileteada que la entidad viene organizando año tras año.

Luego de la suspensión del domingo anterior a causa del mal clima, el evento que atrae a muchas familias de Casilda y la Región comenzará a partir de las 14 en el Predio de la Empresa AGUAS SANTAFESINAS.

La entrada es libre y gratuita, aunque se solicita a quienes deseen y puedan hacerlo, colaborar con un alimento no perecedero.

No obligatorio llevar barrilete, pero la idea es que todos puedan disfrutar de esa sensación. Habrá premios para los más originales, y para aquellos que vuelen más alto.

También habrá servicio de buffet, y para quienes lleven cinco botellas plásticas, un kilo de cartón o un kilo de papel, recibirán como obsequio un plantín, con la intención que la jornada tenga también un sesgo ecológico.

 

HOY, NUEVA FUNCIÓN DE «ESPERANDO LA CARROZA»

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«Son los zapatos de mamá… son los zapatos de mamá!!!» 

Hace tres décadas se estrenaba la película que más nos representa a los argentinos, con personajes célebres ya instalados en el imaginario popular y cuyos diálogos forman parte de cualquier reunión familiar o encuentro entre amigos.

La Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad de Casilda invita a la comunidad a esta nueva presentación del Taller de Teatro Municipal de Jóvenes y Adultos. Repondrán, por última vez, la obra «Esperando la Carroza» de Jacobo Langsner, que ha sido un éxito total durante 2018 y principios de 2019.

Bajo la dirección del profesor Edgardo Rosini y con 30 artistas en escena, la función se llevará a cabo este domingo 26 de mayo, a las 20 horas, en Teatro Dante. Las entradas ya están a la venta en la boletería.

«VISCERAL MENTE», por AMPARO LECCESE

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Que vaya por vos, el calor del fueguito de las leñas chirriando, en una noche fría. La compañía del alma que más extrañas y necesitas que te sostenga, cuando la valentía flaquea.

Que vaya por vos el beso de las buenas noches y el de los buenos días, pero que vaya con la sinceridad que realmente mereces.

Que vaya por vos el mar y te lleve a aventurarte por playas de caracolas y arenas finitas, que te entibien los pies y te hagan pensar en lo lindo que es estar vivo, con ansias de más, pero lleno de paz.

Que vaya por vos el corazón latiendo veloz, con esa agitación que sólo se siente cuando te devoran las ganas.. ganas de mirarme a los ojos y tocarme las manos, la cara, los labios.

Que vaya por vos el amor en su máxima expresión, que te desnude despacio, te toque el alma y te abrigue para hacerte dormir… Que te regale un sueño bonito y sea eterno el enamoramiento entre tu almohada y el cielo.

Que vaya por vos el mismo Dios… te alcance, te eleve y te ancle a estas vías, haciéndote viajar en un tren, que nunca pare en estaciones vacías.

Que vaya por vos el rayito de sol que te hace cerrar los ojos en las mañanas, cuando por la ventana se asoma imprudente, desafiando ese último minuto de ensueño.

Que vaya la vida, que no se detenga, que te acompañe y te sea fiel, que te respete en tus silencios y te levante en las caídas, que te arranque los besos que yo no pude aún y los deje caer en mi boca en el desvelo de una melodía.

Que vaya mi mano a agarrarte con fuerza cuando me enoja tu ausencia y que te arrastre a sacudones para que despiertes y me veas de frente y entiendas a pie juntillas, que mi luz se apaga y el silencio agobia, sin tus pasos en mi camino.

Que vaya por vos mi piel, mi perfume, mi esencia..

Que vaya por vos, la intensidad de mi abrazo, mi impaciencia por sentirte, por amarte, porque vuelvas a mí..

Que vaya la luna por vos y vuelva por mí y nos otorgue el milagro de cambiar al destino y a su maldita manía de mantenernos separados.

© Amparo Leccese🍒

 

«CLAVE DE MÍ», por MARÍA ROSA INFANTE

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Si la vida nos roba los sueños, la noche nos los restituye.

Hay que tener coraje.

Para vivir, para soñar, para vivir soñando y soñar viviendo.

Para enamorarse, para seguir amando, para dejar de amar.

Para partir, para volver.

Para hacer proyectos.

Para sanarnos.

Para mirar con optimismo el futuro, para olvidar las ofensas, para continuar cuando alguien querido se va. Coraje para ponernos a prueba, para renunciar, para arriesgar, para decir sí y más para decir no. Coraje para volar, para echar raíces.

Hay que tener valentía y mucho coraje para mirar las estrellas sin poder tocarlas.

Hay que tener coraje … y cuánto, para seguir creyendo en esos viejos, amados cuentos, sabiendo que no existen. ¿O sí?

Buena noche para vos, para mí y para todos los soñadores tenaces, porfiados, empedernidos.

Que el sueño nos devuelva sueños y nos despertemos con más coraje para buscarlos.

 

Por MARÍA ROSA INFANTE

«RINCÓN LITERARIO», poema de MARÍA ESTHER MIRAD

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EN MEMORIA DE UN DESCONOCIDO

 

Tal vez en el borde impreciso de la tarde,

supo que se acercaba a la última puerta de la última calle

y se calzó la máscara de yeso que clausuró su sangre.

Después, casi en puntillas, se arrimó a la frontera

del secreto país que lo esperaba.

Extraviada, en el extremo umbral de los misterios,

su sombra rozó el último peldaño de la tierra,

como un mudo llamado, igual que una advertencia,

una señal de plumas para que alguien supiera que se iba.

Yo recogí los signos del  mensaje.

Yo que nunca lo ví, supe la hora exacta de su paso,

porque el aire tembló y un torbellino apenas registrado,

giró en mi sangre y un pañuelo de niebla

cubrió, por un segundo, el vuelo de las aves.

 

Nunca sabré u nombre, molido entre la bruma.

Ni lloraré su ausencia… pero era un hombre.

Ahora, en su lugar hay un vacío.

Y nos falta la luz de sus pupilas.

 

TEXTO: MARÍA ESTHER MIRAD, extraído de su libro “Primera Sinfonía”.

MI REINO POR UN CABALLO

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Imagínense ustedes un mundo en el que no se hubiera descubierto el fuego, en el que no existieran la calefacción ni las aleaciones, en el que no se pudiera trabajar el hierro o el acero. Sería, en fin, sería muy difícil de imaginar. Ahora bien, sigamos con el ejercicio e intentemos pensar un mundo sin la invención de la rueda, sin engranajes, sin poleas, sin ruedas, ¡ni la hora sabríamos!. Tal vez sería más difícil de recrear. De igual manera, el mundo no sería como es si no se hubiera domesticado al caballo. Se dice que los primeros en hacerlo fueron hombres pertenecientes a la primitiva cultura Botai –ubicada hacia el norte de la actual Kazajistán–, cerca del 3500 a.C., hacia fines del Neolítico.

Se cree que eligieron al caballo por el modo de cortar el pasto que tiene este animal y de esta manera, ellos aprovechaban mejor la hierba en tiempos en que la pradera estaba nevada, cuestión casi indispensable por esas épocas y por esos lares. ¿Qué sería de Eurasia si las tribus bárbaras no hubieran conquistado esas regiones? Por citar sólo algunos ejemplos: los hunos dejaron arrasadas y olvidadas culturas enteras, cuando desde la zona del mar Caspio, siempre de a caballo, conquistaron gran parte del mundo conocido; Jenofonte, alumno de Sócrates, en el 440 a.C., escribió la primera manifestación de Arte Ecuestre; tampoco hubiera existido la dominación bizantina cuando Constantino puso en marcha 150 mil hombres montados; los romanos, en su apogeo o en su decadencia, llegaron a extremos de devoción al caballo (Calígula nombró a Incautus, su caballo, senador romano, que se convirtió así, en el primer caballo senador; el papa Urbano II, mientras intentaba unificar a los pueblos cristianos, movilizó un ejército a base de caballería para rescatar las tierras palestinas del imperio turco y las famosas cruzadas que duraron casi tres siglos).

¿Qué sería de la mitología griega sin Pegaso, el caballo alado, o de los Helenos, sin el caballo de Troya, o de Alejandro Magno, sin Bucéfalo, o de Eclipse, para los burreros, el purasangre inglés que por el año 1764 no perdió ni una carrera y del que dicen que fue el que originó esa raza tal como hoy la conocemos?¿Y qué, de la Madre Patria si en el 711 d.C., los Moros no hubieran ocupado por siglos la Península Ibérica?

¿Qué sería de la caballería de Napoleón, ya que hoy, las ciudades de la vieja Europa tienen sus nombres porque el famoso general las bautizaba con el nombre de sus caballos? Y si cuando “descubrieron” América no llegaban a caballo, y los americanos no les temían ya que los tomaron por dioses, ¿cuál sería nuestra historia?. Si Cristóbal Colon no hubiera traído caballos en su segundo viaje no se hubieran multiplicado por las Américas. Y permítanme otra curiosidad histórica: los indios homenajeaban al caballo de Colón, ofreciéndole los mejores manjares. Obviamente, este se murió de hambre. Nunca se les hubiera ocurrido que no comiera faisanes, pollo, o las mejores carnes. ¡Pobre caballo! ¡Sólo quería pasto!

Por su parte, el viejo y querido don Pedro de Mendoza, allá por el 1535, cuando anduvo con caballos por nuestras tierras, dejó la posibilidad de que después de tres o cuatro siglos de una selección natural muy severa y de la adaptación a un medioambiente propicio, se generara la raza criolla por la que nos conocen en el mundo.

En la historia reciente el caballo se usó y se sigue usando como fuente de alimento, en el desarrollo de las comunicaciones y como símbolo religioso vinculado a rituales funerarios; ha sido y es considerado un animal de prestigio. El Zorro, el Llanero solitario, el caballo de Patoruzú y otros reconocidos caballos, marcaron nuestra infancia. Enrique III, según Sakespeare, decía: Voy al carrusel, doy una vuelta a caballo y regreso. Mahoma profesaba que cada grano de cebada que des a tu montura te será recompensado en el cielo. Por esto y por mucho más: Mi reino por un caballo.

 

Por JULIO «PAMPA» D´AMICO

“ESTA NEGRA LLAMADA MARÍA”

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¿Quién era esa “negra llamada María” que “se vende en cuatrocientos pesos”, no tiene “adicción alguna”, “sabe lavar muy bien” y “planchar de liso”?…María encarna las miles de mujeres africanas traídas en condición de esclavas al Río de la Plata provenientes del Congo, Angola o Luanda. Quizá María o sus ancestros hayan venido en los “navíos negreros” donde eran transportados/as en posición fetal durante meses, al llegar se realizaban remates públicos donde acudían las familias encumbradas de la sociedad porteña para comprar “sus negros/as”;  tener muchos/as “esclavos/as” eran un signo de poderío social. Todo el trabajo doméstico era realizado por estas mujeres, por las miles de Marías que mantenían el fuego ardiendo, cocinaban, acarreaban agua del río, amamantaban y criaban los/as niños/as de la “gente decente”.

Las afro argentinas fueron invisibilizadas  por la condena del color, su condición de esclavas y el género. Culpados sus cuerpos de “excesiva carga erótica”, no existía entre la elite de la sociedad colonial cuestionamientos sobre los abusos sexuales de las que generalmente eran víctimas. Eran consideradas objetos y como tal podían usarse, intercambiarse, alquilarse, prestarse, hipotecarse, venderse o comprarse. Desde el punto de vista legal poseían algunos “derechos” como por ejemplo al bautismo y adoctrinamiento católico, a un nombre y al matrimonio. En el plano de la cotidianeidad estos derechos se diluían desde múltiples estrategias de sujeción, de hecho María es vendida porque quiere casarse. Esta situación implicaba el derecho de formar el propio “peculio”, es decir por fuera de los hogares de los amos lo que explica la recurrente oposición de estos al matrimonio.

Hubo en nuestra historia argentina muchas “Marías”…podemos encontrarlas durante la guerra de la Independencia alistándose en los ejércitos patrióticos, luchando muchas veces vestidas como varones. A partir de 1821, en Buenos Aires, las encontramos integrando las Sociedades o Naciones Africanas; más adelante, en 1855 crearán sus propias asociaciones levantando la bandera del género.

Actualmente cuando un grupo de niños/as juega a “la ronda redonda” reviven los rituales danzantes de las mujeres afro argentinas que se niegan a ser olvidadas.

 

Por SANDRA MICHELÓN